“No pienses que no pasa nada, simplemente porque no ves tu crecimiento… las grandes cosas crecen en silencio” (Budha, 563-483 b.C.) En el mundo griego la belleza y armonía eran sinónimo de equilibrio. En la sabia doctrina oriental del tao, el ying y el yang establecen el sentido de la vida gracias a su ecuánime concordia. De la misma manera, en campo ortopédico el pie puede ser interpretado como una maravillosa manifestación del equilibrio de nuestro ser. Una mala postura, una actividad repetida mil veces pueden poner en jaque nuestra salud y así forjar patologías degenerativas como lo es el Neuroma de Morton. El objetivo de este fascinante y detallado artículo es entender sus causas, sus síntomas y sus posibles soluciones en forma de tratamientos y terapias.
1. ETIMOLOGÍA Y SINÓNIMOSNeuroma: la palabra "neuroma" está formada por las raíces griegas νεῦρον / neuron (o sea nervio), más el sufijo - ομα / -oma (o sea masa biológica, posiblemente cancerosa). Su significado primordial seria entonces la de un tumor benigno, quiste o granuloma más o menos voluminoso que afecta un nervio. Morton: el cirujano americano Thomas G. Morton (1835-1903) quien por primero estudió esta patología del pie en 1876. Sinónimos: neuritis o neuroma interdigital, neuroma plantar.
2. DEFINICIÓN:El Neuroma o Neuritis de Morton es un engrosamiento degenerativo o fibrosis alrededor de la tercera y cuarta falange del pie, esencialmente causado por compresión crónica en el área metatarsal. El mismo puede ser acompañado por ardor, picazón o entumecimiento en los dedos afectados. Consiste en una afección dolorosa en la parte baja del pie o metatarso con gran énfasis en el tercero y cuarto dedo (en el 75% de los casos) o entre el segundo o tercero (17% de los casos). El dolor es intenso y agudo, similar a cuando se tiene un objeto dentro del zapato que genera molestia y a la vez dolor o calambre. A nivel técnico se considera más pertinente nombrarlo Neuritis de Morton, ya que no es un tumor, sino una enfermedad crónica en los nervios de los pies. En línea general ya es de uso coloquial el termino inapropiado de Neuroma, aún entre los especialistas y podólogos.
3. SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO: El principal síntoma del Neuroma de Morton es la aparición de dolor en el área comprendida entre la tercera y cuarta falange de los dedos del pie. El paciente se queja de un dolor mecánico, similar a una descarga eléctrica que aumenta por la tarde o de un dolor acentuado después de mantenerse de pie durante un tiempo. El dolor puede ser más o menos intenso según el calzado utilizado, empeorando con el uso de puntas estrechas. Generalmente el dolor afecta a la parte delantera del pie correspondiente a los dedos en contacto con el neuroma. Es raro que se pueda producir durante la noche debido a que el pie está en condiciones de reposo. Los síntomas más comunes identificativos son: - Hormigueo o entumecimiento en el espacio entre la tercera y cuarta falange del dedo del pie, - Calambres generalizados en los dedos del pie o en la zona metatarsal, - Dolor desde suave a agudo entre la tercera y cuarta falange del dedo del pie, En el 30% de los casos del neuroma de Morton no se observan anormalidades. Las pruebas diagnósticas más utilizadas son: - Detección manual con masaje: un buen podólogo o quiropráctico puede detectar esta fibrosis con el tacto sabio y experto de sus manos. - Test de Mulder: se presiona el antepié agarrándolo con una mano de manera que los metatarsianos se junten, el paciente con neuroma/neuritis expresará sobre su umbral de dolor. - Rayos x: efectuados para poder finalmente descartar enfermedades óseas, por ende, patologías de otra naturaleza. - Ecografía: Esta tecnología utiliza ondas sonoras para generar imágenes en tiempo real de las estructuras internas. Son especialmente eficientes para revelar las anomalías de los tejidos blandos. - Resonancia magnética: Por medio del uso de ondas de radio y un campo magnético fuerte, la resonancia magnética es efectiva para visualizar los tejidos blandos.
4. ETIOLOGÍA: CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO Entender que el neuroma de Morton es causado principalmente por la concentración de tensión no natural o asimétrica en la zona metatarsal de los dedos del pie, nos ayuda a entender de manera bastante clara sus causas o posibles factores de riesgos, tales como: - Calzado inapropiado: esta condición puede presentarse o ser más propensa a presentarse por el uso de zapatos de tacón alto o apretado, y frente a esto es recomendable empezar a usar unos más bajos y ergonómicos, que no generen molestias directas ni a los dedos del pie ni a la planta de este. - Alteraciones o deformidades biomecánicas: constantes movimientos repetitivos pueden causar la crónica tensión o hasta microtraumatismos en una zona específica y así fomentar el neuroma de Morton. Por esos quien sufre de dedo martillo o garra, juanete, fascitis, espolón calcáneo, pie plano o vago / valgo debido a su motricidad asimétrica tienen mayor riesgo en desarrollar este trastorno. - Atrapamiento ligamento: El tendón subyacente pudiera haber sido atrapado por múltiples razones y así estar en la base degenerativa que da esta fibrosis. - Algunos movimientos con incorrecta simetría postural aumentan la dorsiflexión de los dedos y su sobrecarga. Esto nos indica que la tensión crónica creada por ciertos tipos de movimientos continuos tiene una causalidad directa sobre el neuroma. Los deportes que más fácilmente presentan correlación estadística con el neuroma de Morton son correr, ballet o danza clásica, esquí, montañismo - Genero: Por lo general se encuentra mayormente en mujeres que en hombres siendo entre 6 a 18 veces más frecuente en ellas que en varones. Posiblemente esta sea una causa sucesiva, muy probablemente causada por el calzado inapropiado (causa numero 1) a las cuales las mujeres son tan acostumbradas.
5. TRATAMIENTO Y TERAPIAS:Una vez detectada la posible causa principal fuente de generación del neuroma, será fácil identificar el tratamiento para paliar, combatir o revertir su evolución: - Estilo de vida: conducir una vida más saludable y aeróbicamente activa y no rutinaria puede ser de gran ayuda y debería ser el primero y más importante consejo a la hora de tratar esta patología. Dentro de tu nuevo estilo de vida seguro tendrá cabida el cambio de tu calzado, más ergonómico, suave, sin apretones. También descansar reduciendo actividades que impliquen motricidad de alto impacto - Plantillas y punteras ortopédicas: sirven para aliviar la presión del nervio interdigital mediante la elevación de los metatarsos. - Anti - inflamatorios: Los antiinflamatorios (no esteroideos) de venta libre, como el ibuprofeno y el naproxeno sódico, pueden reducir la hinchazón y calmar el dolor. - Masajes con hielo: El reposo y la crioterapia (aplicación de frio intenso) son buena opción para desinflamar el tejido y brindar un poco de alivio al pie - Fisioterapia: este tratamiento encaminado a desinflamar la zona y a dar mayor flexibilidad al pie y a la polea muscular de la pierna también ayudará a disminuir los síntomas. - Infiltraciones: pueden resultar satisfactorias en la fase aguda, aunque no se aconseja realizar más de tres en un año. Estos tratamientos suelen ser efectivos en el 70% de los casos. - Cirugías: si el tratamiento conservador no consigue resolver el problema, deberemos de plantear la opción quirúrgica, con la que se obtienen buenos resultados, pero siempre debería de ser una opción valorada sólo una vez agotadas las vías anteriores. En algunos casos, los cirujanos pueden aliviar la presión sobre el nervio al cortar las estructuras cercanas, como los ligamentos que unen algunos de los huesos en la parte de adelante del pie. Aunque la cirugía generalmente tiene éxito, el procedimiento puede resultar en un entumecimiento permanente de los dedos del pie afectados lo cual necesitará la extracción del nervio.
6. CONCLUSIONESComo toda patología física que afecte al ser humano, el neuroma de Morton es multifacética, pero de univoca interpretación si se logra entender la esencia de esta. Los latines recitaban ‘gutta cavat lapidem’ o sea, una gota de agua es capaz de abrir fisuras entre las piedras. Si lográramos vivir una vida consciente y equilibrada (aun posturalmente) pudiéramos evitar o por lo menos hacer retroceder el Neuroma de Morton. Usar zapatos incomodos benefician a nuestra estética, pero posiblemente poco aportan a nuestra salud. Competir de manera agonística y deportiva repitiendo los mismos desequilibrios no naturales, tendrá la consecuencia de fomentar la fisura en nuestra salud como la inefable gota de agua frente a la poderosa piedra. En nuestras manos está el poder de cambiar nuestra vida de manera eficaz, empezando con caminar de manera más consciente y “equilibrada”.